EDUCAMOS REPUDIA LA PRIVATIZACIÓN DE LA AEE

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La privatización de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) despoja a nuestro pueblo de uno de sus más importantes activos. Se trata de la transacción más importante en las décadas recientes. La AEE está estrechamente ligada al desarrollo del país a corto, medio y largo plazo así como a la vida de cada uno de los y las puertorriqueñas.

Lo anterior es parte del mismo plan de las administraciones de gobierno que se han turnado en el poder junto a la Junta de Control Fiscal cuyo interés es despojar al país de los servicios y derechos básicos para pagar una deuda impagable que no fue creada por nuestra gente, sino por la corrupción y el pillaje tanto de quienes administran el gobierno como de la empresa privada.

Como si con eso no fuera suficiente lo hicieron a espaldas del pueblo siendo un asunto que tanto nos afecta. Se está permitiendo que una empresa privada adquiera todas las operaciones de transmisión y distribución de energía. Han puesto el desarrollo y la vida del país en manos de un monopolio cuyo fin es la ganancia a costa del bienestar de la gente. EDUCAMOS repudia la privatización de la AEE.

Esta privatización seguramente implicará un aumento continuo en la tarifa de la luz en todos y cada uno de los hogares puertorriqueños. Según la información que nos ha llegado, en los lugares donde se ha privatizado la energía, se han producido aumentos en el costo de la misma, aparte de aumentar los apagones. Por otro lado, con esta acción los trabajadores del sector de la energía pierden su seguridad de empleo y verán deterioradas sus condiciones de trabajo. Lo anterior implica que uno de los objetivos de esta transacción corrupta es la destrucción del sindicato de los trabajadores de la autoridad, la UTIER, que es una de las uniones más combativas del país.

La Junta, así como la administración gubernamental han evidenciado fuera de toda duda que están dispuestos a privatizarlo todo y que no les importa el bienestar de la gente. La historia reciente de sus manejos ante desgracias como el huracán, los terremotos, la pandemia del Covid-19, entre otros demuestran sin lugar a dudas que son corruptos, mafiosos y enemigos del bienestar de nuestra gente. Este caso no será diferente. Por eso lo han hecho a espaldas del país.

Hacemos un llamado al pueblo para que levante su voz firme y clara en contra de este despojo que pone en manos de un monopilio privado el desarrollo y el bienestar de la gente. Que nadie diga que nos quedamos callados y cruzados de brazos. Es imprescindible estar pendientes y dispuestos a movilizarse en defensa de nuestro patrimonio, de los compañeros de la UTIER y de nuestros derechos. 

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