
El senador Miguel Romero Lugo aplaudió que se firmara ayer el proyecto que este presentó para que los establecimientos públicos y privados que acogen personas de edad avanzada cumplan con protocolos y medidas necesarias para atender la emergencia del COVID-19.
La medida incluye a hogares para adultos con discapacidades que estén licenciados por la Administración de Familias y Niños y a hogares geriátricos licenciados por la Administración de Servicios de Salud Mental y contra la Adicción.
“Ciertamente, nuestras personas de edad avanzada requieren mayor atención y cuidado durante esta pandemia. Esta medida busca que los establecimientos donde residen tomen todas las precauciones a nivel administrativo, con el personal y con los residentes para minimizar en la mayor medida posible las posibilidades de brotes y focos del COVID-19 dentro de estas instalaciones”, sostuvo el senador.
Romero Lugo estableció además que “las medidas que se implementarán surgen de la experiencia y las mejores prácticas para evitar el contagio del coronavirus. Es imperativo que se establezcan medidas mínimas, claras y uniformes para que todos los establecimientos protejan a quienes tienen a su cuidado”.
Como parte de los protocolos para los residentes de los establecimientos, personal médico o de enfermería evaluará a todos los residentes para detectar síntomas relacionados al coronavirus, a la vez que se les orientará para que informen si sienten algún síntoma relacionado.
El uso de mascarillas será imperativo para todo personal o visitante dentro del establecimiento, así como el uso de guantes y la desinfección constante de manos.
Además, en las áreas comunes se mantendrá la distancia de seis pies entre residentes.
En caso de que un residente presente fiebre o síntomas del COVID-19, será trasladado a una habitación aislada con puerta cerrada; de esto no ser posible, se tomarán las mayores medidas posibles para lograr el aislamiento. El personal dedicado a atender a estas personas no podrá tener contacto con el resto de los residentes.
Los establecimientos deberán notificar a las familias o personas contacto de los residentes sobre un posible contagio; los departamentos de Salud y Familia realizarán las pruebas correspondientes para determinar el contagio de COVID-19.
En cuanto al personal de los establecimientos, todo aquel que muestre síntomas relacionados al coronavirus —o que resida con alguien que presente síntomas— deberá notificarlo de inmediato a la administración y no podrá reportarse a trabajar. La información deberá mantenerse confidencial; no obstante, el establecimiento notificará al Departamento de Salud para que realice la prueba correspondiente al personal o a cualquier persona en su hogar.
A todo el personal se le tomará la temperatura y será evaluado al llegar al establecimiento. Además, se deberá practicar distanciamiento social y al menos seis pies de distancia entre cada uno, salvo en casos que una situación apremiante lo impida.
El personal también deberá practicar frecuentemente el lavado de mano por 20 segundos con agua y jabón, además de utilizar desinfectante de manos, los cuales estarán accesibles al personal en todo momento.
También se evitarán las reuniones presenciales y, en caso de ser necesarias, deberán llevarse a cabo brevemente y en un área amplia para acomodar al personal con al menos seis pies de distancia.
En cuanto a los establecimientos, la administración deberá limitar el acceso a los visitantes. Durante las visitas, se deberán notificar en un lugar visible las restricciones a consecuencia de la pandemia.
De igual forma, la administración deberá contar con estaciones de higiene y limpieza, así como con zafacones fácilmente accesibles. El personal limpiará y desinfectará con frecuencia todas las áreas de alto contacto.
Se ha evidenciado que la población de edad avanzada es la que se encuentra en mayor riesgo de presentar síntomas severos del COVID-19 si una persona dentro de dicho segmento se contagia con este virus.
El senador recordó que, en los medios de comunicación noticiosa y las redes sociales, se ha evidenciado lo poco alentadora que fue la experiencia en el estado de Nueva York con la población de edad avanzada, lo cual hace un llamado a tomar medidas preventivas que puedan mitigar e incluso limitar llegar a las circunstancias en que desafortunadamente se encuentra actualmente dicho estado.
De los cerca de 613 establecimientos para el cuido de personas de edad avanzada en el estado de Nueva York, en más de la mitad se han reportado casos positivos, para un total de 4,630 casos al 11 de abril de 2020. En estos centros se han registrado sobre 1,439 muertes a causa de esta pandemia.
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